Soñé que te esperaba
al atardecer de una puesta de sol sin brillo,
sentada entre las piedritas de una playa frente a un mar sin olas,
cegada por los pensamientos que me induce la brisa que revolotea mis cabellos
y con ellos las ganas de volver a tenerte,
esperando juntos esa puesta de sol, radiante,
frente a un mar color verde paraíso,
dejándonos llevar por los efectos que nos produce aquella brisa
que juega con nuestros sentidos y nos hace desearnos más que en ningun otro momento,
deseo de pasión, de arrancarnos el alma,
de descubrir tus secretos y confesarte los míos,
de sentir el ardor de tu fuego mezclándose con la tentación de mis impulsos
Pero ahora estoy aquí despierta,
sentada hace 4 horas frente a un mar gris, sin brillo ni sombra,
cubierta totalmente de burbujitas llenas de agua que van humectando mi piel,
pensando nada,
sintiendo nada,
deseando nada.